Sunday 11 January 2015

De película!!!!

Confieso que mi primera reacción cuando vi cuál era la palabra de la semana fue sentirme tentada a hacer una reflexión sobre cómo me han defraudado las versiones cinematográficas de mis libros favoritos (excepto El Señor de los Anillos) y cómo esta decepción llegó a la cumbre con "Ángeles y Demonios" y "El Código Da Vinci", pero mi prima Elena se me adelantó, jajajaja.

Y aquí estaba, rompiéndome la cabeza pensando en qué escribir, cuando me vino a la mente una frase muy común en mi tierra y que se utiliza para describir una situación asombrosa en grado extremo ya sea para bien o para mal: de película!!!.

Cuando algo es de película" es excesivamente bueno o malo. Desde que salí de Cuba he vivido muchas experiencias peliculeras pero me voy a remitir a una de las últimas. El sueño de todo caribeño (o al menos uno de los más recurrentes) es ver LA NIEVE. La nieve que solo vemos en films y que no concebimos ya que cuando nieve en Cuba podemos decir que al planeta le quedan días de vida  ya que el cambio climático será extremo. Sabiendo esto, mi esposo nos quiso regalar a estos dos caribeños la experiencia de conocer la nieve....y partimos para Sierra Nevada, en Granada, España.


Después de un recorrido por carretera de 4 horas llegamos a Sierra Nevada. Se veían los picos llenos de nieve y hasta en la carretera había un poco, hecha hielo y peligrosamente deslizante. Mi hijo decía que le dolían las mejillas de la emoción y verdaderamente el paisaje, aún de lejos era fascinante. 

Con todo y eso no había mucha nieve, al menos en las laderas, así que tuvimos que subir en un teleférico hasta cerca de las cumbres para tocar realmente la nieve. El trayecto fue más largo de lo esperado y colgábamos a una altura impresionante. Cuando llegamos al destino todo era blanco, niños por doquier lanzándose bolas de nieve, esquiadores amateurs y profesionales y, por supuesto, un frío tan cinematográfico como el escenario en sí.

Me sentía literalmente dentro de una película, enterrándome en la nieve hasta casi la rodilla y lanzando bolas a diestro y siniestro. Dos niños chicos mi hijo y yo!!! Acostados en la nieve tratando de hacer "el ángel", respirando a pleno pulmón el aire frío de las montañas y caminando como astronautas dentro de nuestros capotes de abrigo. Fue fascinante!!!! Sencillamente de película!!! y una de esas experiencias que una no se cree aunque las esté viviendo.



Para hacer que mi hijo bajara de la cima casi que hay que extirparlo con cirugía láser del lugar. No quería marcharse ni a palos!!! Pero mi queridísimo esposo tenía otra experiencia peliculera, esta especialmente para mí. A sabiendas de lo mucho que deseaba conocer el lugar, de lo que había leído como profesora de Literatura o como simple amante de la lectura acerca de él, en nuestro camino de regreso pasaríamos por La Alhambra de Granada. De película de verdad!!!!!

Lamentablemente, al ser ya avanzada la tarde, cuando llegamos no había tours por dentro del complejo de edificaciones, pero aún así era realmente impresionante. Las altas murallas, las almenas, un riachuelo que debía de llevar ahí siglos, los árboles susurrantes en el viento...todo era como salido del libro "Cuentos de La Alhambra". Al segundo me vinieron a la mente los versos anónimos que siempre me impulsaron en mis fantasías por conocer esa maravillosa edificación:

"Dale limosna, mujer,
que no hay en la vida nada
como la pena de ser
ciego en Granada"

Verdaderamente exploré a gusto los alrededores, me nutrí de la experiencia de caminar sobre piedras centenarias y de sentirme, como no, en una película de "Las mil y una noches"





Fue un día genial, lleno de emociones, en el que pudimos vivir una realidad para la mayoría de los cubanos vista solo en películas: LA NIEVE!!!!.

Sunday 4 January 2015

Agua...siempre agua!!!

Nací en una ciudad rodeada de agua. Nací en una isla y por tanto, el  océano (o el mar en este caso) es algo tan natural como respirar.

En mi Habana natal no se puede ir a ningún lugar céntrico sin ver el mar. Si vas a Coppelia a tomar helado con los amigos tienes la maravillosa vista del Malecón Rampa abajo. Si estás por Quinta Avenida te acompañarán constantemente las imágenes y rumores de las Playas de Marianao (más costa pura que playa). Si quieres enamorar nada mejor que la vista incomparable de la Bahía Habanera desde las alturas de las fortalezas del Morro o La Cabaña.


Las aguas de mi Mar Caribe son fantásticas: cristalinas y tibias. Yo podría estar allí por horas...sintiendo la calidez y el balanceo de las olas. Desde chica aprendí a nadar y cuando lo hice cada viaje a la playa era un no salir del agua. Mi padre vivía a unos escasos 500 metros de una de las Playas de Marianao y en las vacaciones me pasaba allí al menos 15 días. Regresaba a mi casa exhausta, morenísima y con olor y sabor a sal en la piel. Amanecíamos sobre las 8 de la mañana en la playa y nos íbamos cerca del anochecer. Allí comíamos, descansábamos, explorábamos buscando cangrejos y erizos y nadábamos hasta el cansancio.

Con todo mis playas favoritas son Playas del Este, y de estas, Santa María del Mar, con su arena fina, finísima y sus aguas límpidas y profundas. Ya de adolescente me iba con mis amigas para allí y nos pasábamos el día entre nadar y tomar el sol en bikini haciendo competencia sobre cual quedaba más morena.


La primera vez que vi un océano fue cuando viajé por primera vez a Gibraltar, vía Habana-Londres. Aunque más bien lo vi al regreso pues la ida fue de noche. De las 9 horas que dura la travesía, 8 y media son sobre el Océano Atlántico. Es impresionante al principio y aburrido después ya que tienes más que suficiente tiempo para ver su inmensa masa azul.

Aquí, mi casa en Gibraltar lo mejor que tiene es su vista. Las puertas de cristal de mi balcón abren a unos diques donde aún se reparan barcos y que son tan antiguos que están protegidos por ser Patrimonio Cultural. Más allá de los diques la Bahía de Gibraltar con sus barcos y lanchas. O sea, cero edificaciones que tapen mi vista...a no ser que llegue un barco para ser arreglado (cosa que pasa más frecuentemente que lo que yo quisiera).



 La mayor ventaja de que Gibraltar solo mida 7 km cuadrados es que puedes ir andando prácticamente a cualquier parte. Encima, las playas quedan cerca de mi casa por lo que, en mis primeros días aquí, solía ir caminando hasta las playas, respirar profundo el aire salado del mar (que junto al de tierra mojada por la lluvia es el que más me gusta) y relajarme a la vez que dejarme comer por la nostalgia hacia mi pequeña isla.




Uno de los aspectos más curiosos es que aquí confluyen el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico...todo en uno. Es muy interesante pero para una caribeña es una tortura pues las aguas son frías aún en pleno agosto. La temperatura ambiente puede ser de 30 grados que el agua puede estar a 18. El contraste cuando entras es tremendo!!! Es un golpetazo de frío que te deja sin aliento y te pone de punta todos los vellos del cuerpo. A los naturales de aquí les encanta su agua fría, dicen que en las playas del Caribe no se refrescan por su tibieza, pero para mí es todo un reto cada vez que entro al mar!!!!

Puede ser que el agua se vea así de cristalina


pero no se engañen...está friísima!!!!

Con todo para mí, nacida y criada durante 33 años en una isla y por tanto rodeada de agua, es una bendición (que suple en parte otras carencias) vivir en un lugar donde el rumor de las olas y el salado olor a mar me llenan el alma!!!